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En esta época de la historia, en la que pasamos más tiempo que nunca en casa, diseñar un espacio que te haga feliz cobra la mayor importancia. Para muchas personas, el concepto de una casa agradable, que es un reflejo de los gustos propios, es lo mínimo que se puede esperar del lugar en el que se vive. Pero, para muchos otros la realidad es simple: el lugar en el que viven no les hace muy felices; el color de las paredes no les gusta, no cuelgan cuadros porque no quieren dañar el muro, llevan años soportando ruido de los vecinos o haciendo contorsiones para usar una cocina diminuta. Ahora, con la llegada forzosa de la oficina en casa, esas cosas que solo se soportaban a determinadas horas del día se han vuelto el estándar de la vida misma… Es hora de darle una manita de gato a tu hogar y convertirlo poco a poco en un lugar que al verlo te haga feliz. ¿No sabes cómo hacerlo? No te preocupes, hoy te llenaremos de consejos fáciles de implementar para que pronto puedas decir ¡me gusta mi casa!

Haz un compartimento para todo

Y no me refiero solo a esas pequeñas cosas que llenan el cajón del buró o a los zapatos: dale un espacio a cada cosa que haces en tu hogar. Haz una lista de las actividades que haces rutinariamente durante el día y designa un espacio físico para hacerlas. Por ejemplo, si sueles trabajar en la computadora acostado en tu cama, prueba a separar el trabajo del descanso buscando un sitio específico para trabajar en tu computadora. Hace poco escribimos un artículo sobre escritorios para Home Office y te sorprenderá saber que hoy hay escritorios tan pequeños, que hasta puedes acomodarlos dentro de un armario. Utiliza todo el espacio que tengas, considera incluso el balcón. Adecúa cada espacio para hacer una o dos actividades separadas. Al quedarte en una sola zona de tu casa no cambias de aire ni de perspectiva durante el día, en cambio al hacerlo mejoras tu humor y te enfocas mejor. Inicia por diseñar un espacio para cada aspecto de tu rutina y luego piensa en construir un lugarcito para tus hobbies o, simplemente, para relajarte.

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Elige tus colores favoritos

Aprovecha que tendrás tiempo muerto y muchas ganas de quemar energía para pintar algunas partes de tu casa. Si te es imposible pintar, trata poniendo diferentes ítems de decoración o luces de color. Pero, ojo, no te lances por toda una pared de color rojo o naranja sin estar completamente seguro. Te aconsejamos iniciar con pintura neutra en las paredes o en colores como el beige, blanco, o incluso verde o azul en tonos suaves y que te hagan sentir a gusto. Para dar toques de color más intensos, puedes utilizar cojines, cobijas, objetos decorativos o incluso luces de colores. Vivir en medio de los colores que amas hará que mejore tu humor.

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Organiza

Nada te hará sentir un aire de mayor libertad en corto plazo que organizar un espacio que antes no querías ni ver. Tal vez el método Kon Mari no sea el más apropiado si te encuentras corto de tiempo y tratando de balancear el trabajo con la vida personal (que ahora parecen ser una sola cosa), pero puedes iniciar con un espacio como el baño o incluso un cajón. Lo bueno de organizar, es que podrás tirar o regalar todas las cosas que ya no uses y liberar espacio.

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Limpia

Bien dicen que limpiar no es lo mismo que organizar, aunque muchos lo confundan. Limpiar es pasar una toalla limpiadora o un trapo a ese cajón lleno de polvo bajo el lavamanos, cambiar esa esponja sucia y asquerosa de la tarja o pasar la aspiradora debajo de la nata de polvo que se encuentra bajo el sofá. Para muchas personas, limpiar puede ser una tarea amenazante y horrible, pero, confía en mí, te sentirás mucho mejor después de hacerlo, tu cada estará libre de polvo y, además, encontrarás que es una buena manera para pasar el tiempo. Sobre todo, tu casa aumentará un punto en tu medidor de felicidad. Inicia con un espacio pequeño y no te apures.

Ten una casa inteligente

No tienes que romper las paredes para que tu casa sea cada día más inteligente. Inicia por una sola cosa que mejore tu vida. Porque sí, la mayoría de los electrodomésticos inteligentes, robots y aditamentos para el hogar, se hicieron para mejorar tu vida. Inicia con algo pequeño, como adquiriendo un Alexa o un Google Home o utilizándolos mejor si ya los tienes. Díctales la lista de la compra, prográmalos para hacer tus pedidos en Amazon, pregunta las últimas noticias, la hora y el clima, pídeles que te recuerden una cita telefónica a una hora específica. Pasa de ahí a probar una Roomba o luces, chapas y timbres inteligentes y, ¿por qué no?, si puedes permitírtelo, piensa en un robot de cocina. Tu casa te hace feliz cuando te ahorra tiempo para hacer las cosas que te gustan.

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Trae más verde

Ver naturaleza incentiva tu creatividad. Si no puedes salir al bosque, trae el bosque a tu casa. Anímate a adquirir algunas plantas. Inicia por algo de poco mantenimiento y considera cómo te sientes. El año pasado hablamos precisamente de como adecuar espacios como el balcón utilizando plantas.

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Ten un plan

Si piensas que cambiar tu casa hasta lograr un resultado que te haga feliz es un plan imposible, empieza por hacer un plan que contemple pequeños pasos. Si quisieras renovar la cocina y el comedor, por ejemplo, hazte una idea de lo que podrías hacer, imagínalo, haz un tablero en Pinterest. Cotiza cuanto podría costar el arreglo y empieza a ahorrar. Ya no verás tu cocina como aquel lugar que te desagrada sino como un espacio que pronto será renovado gracias a tu esfuerzo y disciplina.

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Agradece

Cuando sientas que no puedes más y que quisieras salir corriendo de tu casa, agradece. Piensa en los beneficios de tu hogar y en los buenos momentos que has pasado allí. Si te es posible, incluso, ten a la mano álbumes o recuerdos que te permitan visualizar aquellos tiempos

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Te deseamos mucha suerte en este proyecto de hacer que tu hogar te haga cada día más feliz. Sonríe y ¡pon manos a la obra! ¿Cuál consejo te gustó más? ¿Cuál te ha funcionado en casa? Comenta en nuestras redes.