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Al paso que se acerca la primavera, se incrementan las ganas de sembrar flores y plantas, pues el cambio estacional y la temperatura propician su brote. Como ejemplo, basta echar un vistazo a las calles de la Ciudad de México, que poco antes de comenzar marzo, se llenan de buganvilias, jacarandas y colorines en todo su esplendor. Aunque sembrar un árbol de estas magnitudes es algo difícil de llevar a cabo si vivimos en un departamento, existen alternativas bellísimas que dan nueva vida a nuestras terrazas y balcones, donde podemos colocar pequeñas jardineras con flores coloridas para iluminar nuestros espacios y tener ese anhelado jardín secreto; aún en los rincones más pequeños. Un elemento indispensable al momento de sembrar es, sin duda, la tierra, puesto que será esta el hábitat donde nutrientes y minerales trabajen para que nuestras flores se mantengan vivas, bonitas y sanas. Así que antes de ponerte los guantes o correr por aquellas Gardenias que te hicieron un guiño en la florería, quédate a leer algunos consejos infalibles (y eco amigables) sobre cómo preparar la tierra para sembrar flores.  

No necesitas de un jardín entero, sino de buena luz y ventilación para tus plantas

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¿Cuánto tardará en florecer?

Las flores de temporada anual suelen sembrarse en primavera, esto sin importar si florecerán en verano e incluso en el otoño, tal es el caso de las Dalias, Orquídeas y Magnolias. Por otro lado, existe una categoría conocida como bienal, en donde entran los Alhelíes, el Pensamiento y las Digitales, pero ya que su crecimiento es lento y requiere de más cuidado, nos enfocaremos solo en las primeras. Esto, si decides sembrar la semilla… Por el contrario, si vas a sembrar la flor y ya tienes una maceta o jardinera, toma en cuenta lo siguiente; en caso de que exista tierra dentro del contenedor, es preciso que con una pala tomes una muestra y observes su composición, si su color es café oscuro, es un buen signo, ya que esto significa que es rica en nutrientes y probablemente tenga tanta vida que en ella habiten gusanos, así que antes de querer exterminarlos, alégrate de tenerlos, pero si no los hay, sigue leyendo.  

Enriquece la tierra

Los agricultores recomiendan que, para preparar una tierra fértil, consideres el tamaño del espacio que dispones para sembrar, y que a partir de allí determines medidas, que pueden ser galones, en el caso de que sea un espacio con capacidad hasta para veinte litros / kilogramos, o bien, si conoces la medida de tu contenedor, la dividas entre cuatro para que te sea más fácil realizar la preparación y manipularla perfectamente antes de cultivar. Para este proceso, requerirás de tierra común, tierra preparada con microorganismos eficientes, composta, arena de río, harina de rocas y ceniza de carbón. Si vives en la Ciudad de México, el Mercado de Plantas de Xochimilco, los Viveros de Coyoacán o el Mercado de Flores y Plantas de Cuemanco son algunos lugares que cuentan con todo lo que necesitas para tu pequeño jardín e incluso para un huerto de azotea si vas por algo más grande.  

Xochimilco, mezcla tradición y conocimiento en plantas

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Listo, lo tengo…

Ponte ropa cómoda, colócate una gorra y prepárate una jarra con mucha agua (para ti), ya que lo ideal es aprovechar la luz del sol para echar manos a la obra. Así que, comenzamos:

¿Cómo preparar la tierra?  ¡Paso a paso!

 

1. Vacía la tierra ordinaria en la maceta.

Muévela con la mano para sentir su textura y deshacer grumos, que esta quede lo más pulverizada posible. Si te parece incómodo, o no es tu hit sentir la tierra, puedes utilizar guantes, pero asegúrate de que esta quede fina y se deslice entre tus dedos, pues debe estar seca para que, al incorporarla, sea uniforme su distribución.

 

2. Incorpora la tierra con microorganismos eficientes

Esta, que en palabras poéticas conserva la memoria de un bosque, contiene bacterias, levaduras y hongos benéficos para el desarrollo de la planta, la encuentras con el nombre de “ME”. Aunque existen productos en presentación líquida, el que recomendamos es como tal en tierra seca, ya que repetirás la operación del primer punto, debes manipularla hasta que esta tenga una apariencia homogénea.  

Trabajar la tierra es hasta terapéutico ¡Inténtalo y nos cuentas!

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3. Agrega la composta

Esta maravilla que no es más que el producto de residuos orgánicos tras un proceso controlado de oxidación, es el alimento más rico para tu tierra, puede contener estiércol como el de gallina o “gallinaza”, que es el más común en los huertos orgánicos y mucho más amigable que los fertilizantes químicos. Su apariencia es ceniza, ya que también puede contener carbón pulverizado, que ayuda a que las bacterias trabajen mejor. Su olor debe ser a tierra, así que despreocúpate por aquellos aromas inesperados.  

4. Ahora, la arena de río

Esta aporta otros minerales al tiempo que logra drenar el exceso de agua al momento del riego. Está conformada de diversas partículas minerales y su bajo contenido en sales la hace segura en el proceso de siembra, pues a diferencia de la arena de mar, cuya salinidad es muy alta, no quemará la planta que crezca en contacto con ella.

 

5. Un poco de harina de rocas

Los beneficios de esta son muchos, pero los más importantes son la neutralización de toxinas en nuestra tierra, la estabilización del PH elimina el uso de fertilizantes y hace que el ambiente de nuestra planta sea orgánico y resulte en una flor sana. Es importante aclarar que esta medida será una cuarta parte de las anteriores, es decir, si en las otras agregaste un galón por producto, aquí solo será cerca de un kilogramo.  

6. Más ceniza de carbón

Igual que en el punto anterior, requerirás únicamente de una medida equivalente a un kilogramo y la recomendación es usar el carbón de ceniza volante, aunque también puede contener el de fondo; es decir con textura fina, pero que puede llevar algunos pedazos del mismo mineral. Su utilidad complementa a la harina de rocas, además de mejorar la consistencia de la tierra al hacerla más liviana. Tiene al mundo de la jardinería dividido, ya que algunos lo aclaman y otros le temen, sin embargo, en procesos orgánicos como este mismo, resulta más noble al retener el nitrógeno que los fertilizantes comerciales.

¿Cómo preparar la tierra para sembrar plantas? 

 

• Limpiar maleza: se debe limpiar todo el terreno para que las plantas que planean crecer tengan un espacio libre y aseado. 
• Airear: limpiar nos ayudará a que el aire entre al terreno donde se sembrarán las plantas. 
• Mullir: es decir ahuecar la tierra con las manos para que esté blanda y esponjosa, lista para sembrar 
• Abonar el suelo: es muy importante abonar el suelo para que las plantas puedan desarrollarse sin problemas

 

¿Cuál es la mejor tierra para plantas? 

Es la tierra orgánica por estas características: porque dará mayor humedad y resistencia a la planta, la tierra orgánica debe ser puesta junto con el abono para que su crecimiento de las plantas sea más sana y no tenga problemas. Existen otro tipos de tierras para plantas tales como son:   

• Tierra preparada: es ideal para macetas 
• Tierra profesional: retiene mayor humedad y crecen las plantas más sanas 
• Tierra negra: es recomendada para pastos y maceta 
• Sustrato de tierra para macetas: es ideal para flores. 
• Tierra de hoja: te permite un mejor aire interno 
• Tierra orgánica: es la mejor tierra para plantas. 
• Tierras especiales: son para ciertos tipos de plantas como las orquídeas 

La mejor tierra para flores

  La tierra negra es fundamental para aportar todos los nutrientes para el crecimiento de las flores y frutos, pero esta ayuda a tener mejor retención del agua y con eso poder tener mayor crecimiento por parte de las flores y unas más sanas.   

¿Cómo hacer tierra para plantas? 

  Tal cual no existe una fórmula secreta, puedes comprar la tierra para las plantas pero si prefieres hacerla de manera casera se podría decir que para obtener un buen sustrato las porciones son estas:    50% Tierra fértil o negra 25% Humus de lombriz 10% Perlita 10% Turba 5% Arena  

¡Hora de sembrar!

Ahora que tienes todo el preparado orgánico de tierra, cerciórate de que el tamaño de la maceta sea mayor al de tu planta; coloca la primera capa de tierra y ve acomodándola con las manos y una vez que hayas retirado el empaque en el que viene envuelta la flor, mantén esa tierra con la que llegó. Esto, de alguna forma, es para que el cambio no sea tan drástico y conserve su calor. Después continúa vertiendo la tierra uniformemente. En el caso de que hayas decidido plantar esa Gardenia que no dejó de decirte “llévame”, es importante mencionar que la flor requiere de humedad constante, pero procura no ahogarla; se riega cada tercer día. Te sugerimos colocar una cama de piedras debajo de la maceta, esto con el fin de rociarlas a diario para que a través de ella absorba el agua suficiente y filtre el resto. La temperatura para interiores oscila entre los 13 y 15 °C con sol moderado.  

Gardenias… tan guapas que hasta les hicieron canción y todo

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Aliméntala cada 3 o 4 semanas con vitaminas, que puedes conseguir en los mismos mercados y huertos, revisa periódicamente que no se le formen plagas y si llegas a detectar alguna, en Internet existen muchas recetas de insecticidas amigables con el ambiente. Ahora solo resta darle todos los cuidados y hablarle bonito a tu flor, si a nuestras abuelas les funcionaba hacerlo, esto debe ser tan útil como todo lo anterior. ¡Presúmenos tus flores cuando las tengas!

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